Cuando uno visita un hide, con suerte fotografiará grandes carroñeros y/o poderosas rapaces de mirada depredadora, pero lo que es prácticamente seguro es que fotografiará toda una cohorte de especies oportunistas que se acercan al comedero a ver si se pueden llevar algo al buche ... y que también son muy entretenidos de observar y fotografiar.
En mi caso, los primeros que aparecieron fueron los rabilargos, que en bandada picoteaban la carnaza colocada aquí y allá para tentar a los mas deseados modelos. Nerviosos, previendo el ataque de las rapaces, adoptaban poses acrobáticas para arrancar un preciado trozo de carne.
Otra especie que me visitó fueron los cuervos, que aunque prudentes mostraban menos recelo frente a las rapaces, sabedores de su poderoso pico y su inteligencia. Con frecuencia los vi hostigar a los buitres leonados, picando su cola, no se muy bien con que intención. Esta imagen me gusta particularmente, pues la sombra de las patas sobre una cola que brilla frente a la luz del sol, logra confundir la mirada del espectador.
Otra visita que recibí, además de dos ejemplares distintos y de forma repetida, fue la del raposo. Quiero enseñaros esta en particular, pues cuando lo vi por el visor fui inmediatamente consciente del daño que causan los cepos que algunos desalmados colocan en los campos. Ya veis, el pobre zorro sobrevive sin una de sus patas traseras y tiene muy deteriorada la cola ... aún así el animal manifiesta bastante destreza en sus movimientos.
Y por último, la primerísima especie que fotografié y que bajó prontísimo al comedero ... tanto que ni lo vi llegar, el busardo ratonero. Aquí le tenéis, pelando una carcasa de pollo.
Cuatro meses han pasado desde la visita al hide ... habrá que repetir ...
Pues la verdad,un bonito album,que muestra diferentes clases de aves y el dañado zorro que posa desvalido a consecuencia de la inconsciencia de algunos.
ResponderEliminarPor preferencia, me quedo con la rapaz.Me encantan esas aves.
Saludos.
Gracias José Luis, por pasar y comentar.
EliminarMe parecía que aún siendo menos vistosas que las otras que he mostrado, bien se merecían un rinconcito, porque cada una tiene un interés. Y de acuerdo contigo que las rapaces acaparan inevitablemente la atención ... lástima que en este caso no la pillara durante un vuelo, pero la verdad es que fueron completamente fugaces, tanto al llegar (que me pilló desprevenido) como al irse (que si no me falla la memoria estaba fotografiando otras aves).
Saludos