domingo, 21 de marzo de 2021

Los piratas del cielo: Milano Real

Por su maestría en el vuelo, los milanos (reales o negros) reciben el apelativo de "los piratas del cielo". Pasan largo tiempo planeando mientras buscan a sus presas y cuando lo hacen realizan picados rapidísimos y acrobáticos que dejan pocas opciones a los pobres animales. En los campos a las afueras de Madrid son las rapaces mas comunes y fácilmente identificables por sus colas ahorquilladas.

Son oportunistas y no es infrecuente verlos volar sobre granjas y basureros a la espera de llevarse alguna carroña al pico. Mientras estuve en el hide, muchos fueron los milanos reales que me sobrevolaron, pero no se detenían en el comedero, limitándose a realizar los ya citados picados para robar al paso alguna carcasa. Ese comportamiento hace muy difícil obtener primerísimos planos de ellos o incluso imágenes detalladas durante los picados ... pero no por ello lo dejé de intentar.

Lo mas habitual es fotografiarlos mientras planean, observando lo que se cuece bajo ellos con esa mirada penetrante propia de las rapaces ...

Si tienes la fortuna de poder fotografiar su dorso, disfrutaras de un tapiz de plumas con infinitos tonos, tremendamente atractivo ...

... y un poderoso aleteo ...


Poseen una aerodinámica envidiable, resultado de su evolución ...

Eso si, cuando los pillas en esos picados acrobáticos, se te saltan las lágrimas ... :-)




Todas las imágenes de esta entrada han sido tomadas con una cámara Canon 7D MkII, un objetivo Sigma 150-600/5-6.3 DG OS HSM Contemporary, trípode con rotula gimbal, focales menores a 500 mm, exposición manual con ISO auto (1/1250 s, f/7.1), revelado en DPP y reducción de ruido con Neat Image.

sábado, 13 de marzo de 2021

Una poderosa presencia: águila imperial ibérica

La sesión en el hide estaba llegando a su fin y yo estaba encantado, después que un buen número de animales hubieran visitado el comedero, tales como un ratonero común, rabilargos, cornejas, cuervos, milanos, buitres leonados y negros, un par de zorros ¿qué más podía querer?

En la lejanía había visto y fotografiado algunas águilas que no había sido capaz de identificar y que no se dignaban a entrar al comedero, así que disfrutaba de los rabilargos y cuervos que acababan con la poca carne que aún quedaba en las carcasas de pollo ... y de repente, todas las aves huyeron despavoridas. Era obvio que alguna gran rapaz estaba al acecho y las había asustado, así que estaba expectante por si bajaba al comedero. De repente, vi bajar como un misil un águila con las patas extendidas y las alas cerradas (os podéis hacer una idea viendo este capítulo de "El Hombre y la Tierra") en dirección a una zona arbolada a unos cien metros del hide, pero no pude ver el desenlace porque sucedió detrás de la vegetación. Aún sorprendido y repitiéndome que no importaba que no hubiera sacado una sola foto, pues me quedé paralizado, y que lo importante era la experiencia, bajó una segunda águila de la misma guisa. Impresionante, que poderío y que experiencia ...

Pasó un rato mientras asimilaba lo sucedido y las buscaba con el tele, hasta que me sorprendió que a mi derecha, sobre un pino con la copa seca había dos grandes águilas. A buen seguro debían ser las mismas que había visto unos minutos antes, que se habían movido a esa nueva posición y que por el resalte del terreno yo no había visto.

Antes que se movieran, disparé un par de fotos (no soy de "ametrallar" ... volví "solo" con 600 fotos) en que se las puede ver con cierto detalle. Ya en casa pude identificarlas como águilas imperiales ibéricas, en que a la derecha se puede ver un ejemplar joven (por su coloración conocido como pajizo) y a su izquierda un ejemplar cercano a la edad adulta.

Miradas de cazador

Aprendiendo del mayor

No duraron mucho tiempo en el posadero y pronto me regalaron la vista con su poderoso vuelo.

Poderoso vuelo

En esta imagen puede verse al ejemplar mayor con su característico borde del ala blanco, pero aún con algunas plumas claras en su plumaje (que se conoce como damero).

Después de la sesión, me interesé por saber algo mas por esta especie de águila y me resultaron muy interesantes los dos capítulos dedicados a ellas por Félix Rodríguez de la Fuente (de cuya muerte en accidente mañana se cumplen 41 años ... lástima que se fuera tan pronto) en la serie "El Hombre y la Tierra", en que comentaba que a mediados de los 70 solo había en toda España entre 50 y 60 parejas reproductoras. Pues bien, ahora solo en la Comunidad de Madrid (en particular su zona oeste) hay censadas 75 parejas y mas de 500 en toda España. Afortunadamente la protección de la especie ha surtido efecto ...

Ha sido una gran experiencia visitar un hide (en este caso el del pinar de Wildlife Photo Spain), que recomiendo no solo a fotógrafos, sino también a personas que quieran observarlos ... de verdad que merece la pena.

Todas las imágenes de esta entrada han sido tomadas con una cámara Canon 7D MkII, un objetivo Sigma 150-600/5-6.3 DG OS HSM Contemporary, trípode con rotula gimbal, siendo los parámetros 600 mm, exposición manual con ISO auto (1/1250 s, f/7.1, comp exp +1), revelado en DPP y reducción de ruido con Neat Image.