La semana de Reyes, cayó sobre Madrid una nevada histórica, consecuencia de la confluencia sobre la península de una masa de aire polar muy fría y de una masa de aire subtropical cálida y húmeda (borrasca Filomena), que dejó cantidades de nieve en el centro peninsular como no se había visto en decadas. No fué un hecho imprevisto (excepto para Ayuso y Almeida), pues todas las webs meteorológicas se hacían eco de la predicción de medio metro acumulado en el centro peninsular ya un par de días antes (aquí la página de Cazatormentas del 06/01/21).
El día 7 a media mañana comenzó a nevar y salí despues de comer, a fotografiar la singular estampa. El pavimento, aún caliente, no estaba cubierto, pero la vegetación lo estaba completamente.
Semillas de liquidambar |
Era de suponer que en los días siguientes, la postal navideña se iba a convertir en un dolor de muelas para muchos de nosotros, como así ha sido, con extensas zonas heladas. Pero en aquel momento, los que ya lo estaban pasando mal eran muchos pájaros, que con el profundo manto blanco y el importante descenso de las temperaturas, probablemente morirían de inanición o frio.
Cotorra argentina |
Pinzón Vulgar |
Por la noche, la estampa era preciosa ... pero teniendo todo un día por delante de nevada, ya era facil presagiar el "fin de fiesta".
A media mañana del sábado, despues de sopesar si salir con tablas, raquetas o a pie (lo juro ... aunque elegí el pinrel), decidí darme un paseo con la compacta, mas que para hacer fotos, para valorar la situación, que pintaba un poco "apocalíptica" ... aunque preciosa. Lo primero que vi al llegar a la calle y hundirme hasta casi la rodilla, fué el parque en que tantas horas hemos pasado con nuestros retoños.
La avenida de Logroño, que comunica el distrito de Barajas con Canillejas y que linda un buen tramo con el parque Juan Carlos I, era una excelente pista de esqui de fondo/travesía.
La carretera de Barcelona (A-2 en la nueva terminología) tenía la apariencia de una de esas calles de película de catástrofes, con vehículos varados y personas por la calzada.
La tónica general eran los "exploradores" ... y las ramas partidas de los arboles ... muchas.
Y algo muy llamativo para los que no se han movido por amplios espacios nevados en soledad: el silencio. Y es que la nieve es un excelente atenuador del sonido.
Y por último, aprovechando que el manto de nieve permite resaltar la sencillez y atractivo de las formas, una imagen de un cinamomo (arbol de sombra que me resulta muy atractivo) con sus clásicas semillas y cubierto de nieve.
Wabi-sabi de cinamomo |
A buen seguro, serán muchos los años que tengamos que esperar a una nevada como esta otra vez por Madrid ... o quizá no.
Excelente crónica, como siempre y excelentes fotos. Muchas gracias :)
ResponderEliminarGracias Maria Luisa ... a ver si pronto se acaba el COVID y podemos volver a hacer vida (fotografica) normal.
EliminarUn abrazo