miércoles, 26 de junio de 2013

El solsticio de Beni

Tiempo hacía que mi amigo fotógrafo Vicente Benedito (Beni para los amigos) me venía tentando con que le acompañara en una de sus incursiones a las entrañas de la tierra, pues no había ocasión en que nos viéramos, y son bastantes ya, que no me hablara de las maravillas que podría contemplar en la Sima del Campillo con las luces del solsticio de verano, en que la luz del Sol ilumina, como si de un foco se tratara, el fondo de la sima … y siempre me había resistido, amante como soy de los espacios abiertos.

Fue a primeros de primavera, en la visita guiada que realicé en compañía de la familia y unos amigos a la Cueva de Valporquero, que comencé a replantearme mi negativa … y en ese momento de “debilidad” fue cuando llegó su última invitación y claro está que “bajo de defensas” como estaba, acepté el reto.

Imaginaba que con mi historial de escalada (escueto ... pero ahí está), el descenso en rapel desde la boca de la sima hasta el fondo, 56 m de “ná”, estaría “chupado” … y obviamente, me equivocaba, pues, en aras de la seguridad, este colectivo ha inventado los fraccionamientos, un “aliciente” al que se enfrenta el neófito, que con el cuerpecillo colgando sobre un oscuro abismo, como poco, “desasosiega” … por no decir otra cosa en lenguaje llano. En honor a la verdad, reconozco que se trata de una actividad (no me atrevo a calificarla solo como deporte, pues tiene una componente exploratoria indudable) muy segura (al menos ese es el "mantra" que me han transmitido) y una vez familiarizados con sus procedimientos, a buen seguro realizaremos los aseguramientos mecánica, rápida y eficazmente.

Nos acompañaba también en esta aventura Ángeles Martinez Cabrera, fotógrafa amiga de Beni y conocida mía de un foro de fotografía, quien teniendo en cuenta su falta de experiencia en espeleo/escalada, le echó muuuuuchoooo valor ... y justo es reconocerselo. Después de un ratillo, en que Beni y sus amigos Pepe, Toni y Alberto, del Grupo Espeleológico La Senyera (Valencia), montaron las lineas y nos instruyeron en los procedimientos de descenso, nos pusimos al lio sin más demora ... no fuera a ser que en el interín, nos echaramos atrás.

Ángeles iniciando el descenso bajo la atenta mirada de Beni
Canon S100 a 13 mm
1/40s, f/5.6, ISO200, RAW revelado en DPP

Tras el descenso por la linea (intenso cuando menos), el descenso a pie al fondo de la cueva (donde dormiríamos), preparar y tomarnos las viandas, pocas ganas me quedaban de hacer fotos, máxime teniendo en cuenta el tute que llevabamos Beni y yo de las 24 horas previas, con visitas express a un par de calas en la costa y un recorrido por la Albufera de la mano de Mabel Jover, otra fotógrafa conocida mía y por ende familia lejana, por lo que decidí irme a dormir, pues sabía que cargado como iba de adrenalina no tardaría mucho en despertarme y dispondría de tiempo de sobra para un buen montón de fotos.

A las 03:30 h desperté y ya sabía que no volvería a dormir, lo mismo que debió pensar la buena de Ángeles, que emergió de su saco dispuesta a acompañarme a afotar la cueva, mientras Beni seguía tejiendo sueños.

Lo primero fué calibrar la temperatura de color de la escena, pues de lo contrario no tendría certeza de la fidelidad de los tonos reproducidos en nuestras imágenes, para lo que empleé una diana de grises como la que cito en esta entrada.

Diana para calibración de la temperatura de color

Ya podíamos comenzar a hacer fotos de las espectaculares formaciones que nos rodeaban, aunque la elección iba a ser difícil, pues todas ellas llamaban mi atención.

Unas por encontrar en su entorno espectros ...

Espectros
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash y trípode
49s, f/8, ISO400, RAW revelado en DPP

... otras, al encontrar en ellas seres mitológicos ...

El mundo de Hidra
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash y trípode
49s, f/11, ISO400, RAW revelado en DPP

... otras, porque me recordaban la cocina de casa antes de poner el lavavajillas ...

Vaya montonera de platos ...
Canon 40D, Tokina 11-16 a 13 mm, flash y trípode
49s, f/11, ISO400, RAW revelado en DPP

... otras, porque parecían cernirse sobre mi camino hacia la salida ...


Cerniendose
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16 mm, flash y trípode
59s, f/11, ISO400, RAW revelado en DPP
.. y alguna, por el trabajo que me dieron al intentar controlar el rango dinámico brutal (las tengo "limpias", pero esta, con los destellos, me ha gustado).


Venas en la roca
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, trípode ... y mis dedos
15s, f/22, ISO400, RAW revelado en DPP
Tapado con los dedos

A las 11 de la mañana, comenzó a proyectarse sobre una de las paredes de la sima la luz del Sol que entraba por su boca. Solo decir que es impresionante ...

Luces del solsticio I
Canon 40D, Tamron 17-50 a 50 mm, flash y trípode
1.3s, f/14, ISO400, RAW revelado en DPP

... un espectáculo hipnótico, máxime cuando iluminó completamente buena parte de la pared, que debido a su coloración, intensamente roja, parecía iluminada por un reflector ...


Luces del solsticio II
Canon 40D, Tamron 17-50 a 41 mm, flash y trípode
15s, f/8, ISO400, RAW revelado en DPP y ajuste zonal en el 1er plano

Después, pasamos un buen rato curioseando las zonas mas elevadas de la sima ...

Contemplación
Canon S100 a 5.2 mm, sin filtros ni trípode
1/125s, f/4, ISO800, RAW revelado en DPP

... encontrando estructuras realmente delicadas, como estos tubos de órgano finísimos, hasta el punto de ser translúcidos ...

Tubos de órgano
Canon S100 a 11 mm, sin filtros ni trípode
1/125s, f/4, ISO400, RAW revelado en DPP

... y "venas" que irrigan esta tierra.

Venas
Canon S100 a 5.2 mm, sin filtros ni trípode
1/125s, f/4, ISO400, RAW revelado en DPP

Ya solo quedaba salir ... pero antes, una foto del grupo.

Buenos amigos
Canon 40D, Tamron 17-50 a 11 mm, flash y trípode
1.3s, f/11, ISO400, RAW revelado en DPP

Me deleité durante el ascenso de Ángeles y Beni ...

Ascendiendo I
Canon S100 a 7.3 mm, sin filtros ni trípode
1/100s, f/3.5, ISO1000, RAW revelado en DPP
 
Ascendiendo II
Canon 40D, Tamron 17-50 a 24 mm y flash
1/125s, f/5.6, ISO400, RAW revelado en DPP
 
Ascendiendo III
Canon 40D, Tamron 17-50 a 50 mm y flash
1/125s, f/5.6, ISO400, RAW revelado en DPP


Ascendiendo IV
Canon 40D, Tamron 17-50 a 22 mm y flash
1/125s, f/4, ISO250, RAW revelado en DPP

 ... que llegó un momento, alcanzaron la gloria ... jajaja.

En la gloria
Canon 40D, Tamron 17-50 a 50 mm
1/125s, f/4, ISO500, RAW revelado en DPP
Fusión manual de dos revelados diferentes del mismo RAW

Beni volvió a descender, para acompañarme en el ascenso y resolver las pegas que pudieran surgirme en los fraccionamientos, más complejos que en el descenso. Mientras ascendía, disparé algunas fotos, entre ellas una de Beni siguiendome de cerca y teniendo como fondo la luz del solsticio que tanto le gusta.


Beni y las luces del solsticio
Canon S100 a 5.2 mm, sin filtros ni trípode
1/125s, f/4, ISO1000, RAW revelado en DPP

Una experiencia muy gratificante y al alcance de muy pocas personas, la que me ha permitido vivir Vicente y sus amigos del grupo. Muchas gracias por ello. Y también, gracias a Ángeles, por los buenos momentos pasados en su compañía.

Hasta la próxima ...   ;-)

8 comentarios:

  1. Como era de esperar, un buen resumen y un estupendo reportaje fotográfico con una cuidada selección de fotos que no hacen mas que confirmar la sospecha que yo tenía ya hace tiempo, de que la fotografía espeleológica no se te iba a dar nada mal, en vista de algunas nocturnas que te ví en este blog.
    Como ya te dije el domingo, una experiencia (en esta o en otra cueva) a repetir cuando gustes.
    Un saludo.

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    1. Gracias Vicente ... quizá demasiado extenso ... lo veo algo "enciclopédico", pero es que me gusta el formato de reportaje y no soy de guardar fotos para intentar ganar concursos.
      Si, la verdad es que "pintar con luz" me gusta, pues el resultado depende integramente de tí y eso es un reto.
      ¿Repetir? ... jejeje ... dejemos pasar un tiempo ... pero no te digo que no ...
      Nos vemos en Piris ...
      Un abrazo, amigo.

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  2. Las imágenes de la tercera a la sexta son una pasada Juan Carlos. Mira, no bajo yo ahí ni fumao de marihuana. Esta entrada la ha visto tu mujer? ... por curiosidad vamos y espero que tenga bien las coronarias. Un abrazo

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    1. Gracias Pepe ... aunque para mi son algo convencionales y me gustaría darles una vuelta de tuerca, pero para un neófito subterraneo, creo que no están mal.
      Yo tampoco pensaba que bajaría ... y ya ves ... por cierto, que leyendo tu comentario me ha venido a la memoria el refrán ese de "le dijo la sarten al cazo" ... ;-)
      Ya tenía mucha marcha en el cuerpo cuando me conoció, así que si, debe estar acostumbrada.
      Un abrazo, amigo ... pronto nos veremos (aunque sea un poquito).

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  3. Espectaculares formaciones Juan Carlos, tiene que estar guapo meterse en una cueva de estas, por mi zona hay muchas cuevas, pero no he entrado nunca a ninguna.
    Saludos

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    1. Si lo son Antonio ... y si por tu zona tienes la oportunidad de visitar alguna con alguien experimentado, hazlo, que merece la pena.
      Un abrazo

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  4. La verdad, es un reportaje de miedo, por lo inmenso del agujero y por la calidad de las imágenes. Me ha llamado la atención la cantidad de formas que tienen esas rocas y sus texturas. Por cierto, yo tampoco me metería en ese agujero aún sabiendo que me podría perder unas bellas tomas... Pues nada, a seguir disfrutando y aprovecha la generosidad de Beni. Un abrazo!!!

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