viernes, 28 de diciembre de 2012

Balances, propósitos y deseos

Este es un blog de fotografía ... pero, escrito por una persona y como tal, cuando llega el final del año siente la necesidad de recapitular y hacer balance de los pasados 365 días, así como de establecer los propósitos y deseos para los 365 que están por llegar ... de todos, no solo los fotográficos.

En lo personal, un año de contrastes, en que me he sentido profundamente defraudado por muchas personas (aunque también con agradables sorpresas) y en el que he sentido el vacío de la indiferencia. Afortunadamente, he sido mas consciente, si cabe, del tesoro que tengo en Pilar, mi mujer, y he disfrutado de la alegría que representa que cualquiera de esos tres hombretones que ya son mis hijos me abracen y me digan "te quiero". He tomado las riendas de mi salud al terminar reconociendo que los años no pasan en balde, y siguiendo ejemplos cercanos he conseguido quitarme hasta 10 kilos de encima, como paso previo a recuperar la forma física que hace tiempo perdí, lo que en el plazo medio me permita volver a realizar actividades que dejé de practicar y emprender otras nuevas. He disfrutado de trabajos interesantes, si bien no siempre asignados de la mejor forma posible y no me ha dejado de acompañar la sensación de estar "calentando la banda" para algo grande que pudiera llegar.

Fotográficamente hablando, varias han sido las piedras angulares: el placer que ha supuesto disfrutar de la compañía de mis dos hijos mayores durante varias jornadas en la montaña, conseguir las primeras nocturnas de paisaje de las que realmente me he sentido orgulloso, redescubrir lugares conocidos (Picos de Europa y La Pedriza) que a buen seguro pronto me darán grandes alegrías ... y mi cada vez mayor incompatibilidad con las webs de fotografía que he venido frecuentando los últimos años, basicamente, al constatar la mediocridad humana (por decir algo) de algunos de sus participantes, la pasividad de sus administraciones y la indiferencia de la mayoría.

Mirando al futuro con ilusión
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
30s, f/4, ISO1600, 2500 K (subida a 2700 K en el revelado), RAW revelado en DPP.

En el capítulo de propósitos: dedicarle más tiempo a mi familia, ser muuuuuucho más sereno y menos transcendente, no dejarme arrastrar a las inútiles batallas que un día si y otro también inician gentes con vidas vacías y negativa actitud, dar lo mejor de mi mismo en los inmediatos desafios laborales que tendré que afrontar, hacer que cristalicen nuevos proyectos a los que estoy dedicando parte de mi tiempo ... ¿podré conseguirlo?

Y deseos, pocos, pero ambiciosos: felicidad, salud y trabajo para los que me importan ...


Tras los sueños ...
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, nivel y trípode.
Fusión manual de tres tomas, RAW revelado en DPP.

¡¡ Hasta el año próximo !!


lunes, 17 de diciembre de 2012

(Re) descubriendo Liébana

A primeros de Noviembre tuve ocasión de pasar varios días visitando Liébana, la comarca mas occidental de Cantabria, en compañía de mi familia y las de otros amigos (Pedro, Carmen, Paco y Sofía). Iban a ser días de sencillas excursiones con los chavales, realizadas en su mayor parte en compañía de los guias de Naturea, grupo de acción local de la Red Cantabra Rural y que dispone de un centro de interpretación de la naturaleza en el pueblo de Pesaguero.

No obstante, para mi ha sido un verdadero descubrimiento, pues si bien estos valles son la puerta de entrada de las primeras montañas "de verdad" que visité hace 30 años, no es menos cierto que entonces solo tenía ojos para las montañas, obviando la riqueza de sus valles.

Las rutas guiadas fueron un verdadero placer, pues acompañados por guias con formación en Biología, nos permitieron conocer aspectos de la botánica y la fauna que no hubieramos conocido de haber ido por nuestra cuenta.

Buenos ejemplos de ello, fué conocer la existencia de extensos alcornocales en muchas de las laderas del valle, de las que un buen ejemplo es este "abuelo" en medio de un prado ...


Un lugar donde sentarse y disfrutar
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, nivel y trípode
1/15 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP y fusión de un doble revelado.

... o este hongo imposible que cubría un tronco caido de haya ...


Hongos imposibles.
Canon S100 a pulso.
1/13 s, f/5, ISO800, RAW revelado en DPP.

... seguir las huellas de un tejón en medio del camino ...


Siguiendo al tejón.
Canon S100 a pulso.
1/320 s, f/4, ISO200, comp expo -1/3, RAW revelado en DPP.

Ya por nuestra cuenta los chavales no perdían su innata curiosidad, incluso bajo un suave y persistente aguacero, alucinando con una salamandra encontrada en un recodo del camino.


Curiosidad hasta bajo el agua.
Canon S100 a pulso.
1/60 s, f/4.5, ISO400, comp expo -1/3, RAW revelado en DPP.

Singularmente, me "escapaba" para fotografiar escenas del paisaje mas "convencional" ...


Tortuga llorando en el Deva
Tamron 17-50 a 17 mm, filtro neutro 3 pasos, polarizador parcial, nivel y trípode
1.3 s, f/8, ISO100, temp color manual 6500 K, RAW revelado en DPP.

... o los colores del otoño en el bosque.


Colores de otoño
Canon 70-300 a 275 mm a pulso.
1/125 s, f/7.1, ISO400, RAW revelado en DPP.

Lo pasamos estupendamente ... pero yo me había quedado con hambre, con hambre de fotos que reflejaran con justicia este otoño de Liébana, lleno de color, rincones íntimos, luces singulares, puntos de vista vertiginosos, con tomas mas "pensadas" ... así que sucumbí a la tentación y volví el fin de semana siguiente. Pero eso, ya os lo contaré en otra entrada ...   ;-)

Ahhhh ... pasados unos días, envié una pequeña selección de imágenes a los amigos de la Red Cantabra Rural y cual no habrá sido mi sorpresa poco después cuando me comentaron que el Diario Montañes había elegido una de ellas para ilustrar un artículo de su dominical, que tengo el (pequeño) orgullo de mostraros ...

Diario Montañes
Domingo, 16/12/12

sábado, 24 de noviembre de 2012

La mejor compañía (II)

El fuerte viento y la nevada hizo que tanto Lucas como yo nos acostáramos intranquilos, pues el ulular del viento y como se movía el coche era nuevo para él, pero no era nuevo para mí levantarme con una batería "cuajada" después de una helada y tener que llamar a la asistencia.

Cuando nos despertamos, con los cristales helados por dentro y por fuera, aún nevaba débilmente, aunque había bastante luminosidad. Después de comprobar que la batería estaba viva y preparar un rápido desayuno, decidimos salir a buscar algunas imágenes de Ordesa bajo la suave nevada. Desde el río, la perspectiva del Tozal y el Gallinero era imponente.


Primeras luces
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, filtro neutro, degradado neutro suave y trípode
1/4 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Mientras Vicente volvía sobre sus pasos para buscar a Joseba, que nos acompañaría durante toda la mañana, yo me entretuve con un encuadre que me gustó a las orillas del Arazas, mientras un claro en las nubes hizo que el Sol iluminara el Gallinero.


Replicas
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, degradado neutro suave y trípode
1/5 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Joseba acababa de llegar y mientras nos presentabamos yo no dejaba de mirar el bosque, que por momentos era iluminado por el Sol que se filtraba entre las nubes, encendiéndolo y contrastándolo contra el Gallinero, en sombras. Aproveché el tapiz de hojas en el remanso del río, cuyos tallos, alineados, apuntaban en su dirección.


Claro de luz
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm y trípode
1/4 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Seguimos el camino, hasta un mirador improvisado en el que ordenar el caos aparente resultó todo un reto.


Armonioso caos
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, degradado neutro suave y trípode
1/4 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Se hacía tarde, pues tanto Vicente como yo deseabamos regresar a casa temprano, así que nos despedimos de Ordesa y Joseba. No obstante, en el camino de vuelta nos quedaba cerca una cascada poco frecuentada y en un entorno muy singular.


Un paraiso para un geólogo
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, filtro neutro y trípode
1/4 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Fué en este lugar en el que Lucas decidió probar la función sumergible de su nueva cámara, haciendo lo imposible por conseguir un encuadre poco corriente ... y sino, juzgad vosotros mismos.


Todo por una foto
Canon PowerShot S100 a 5.2 mm
1/25 s, f/3.5, ISO100, RAW revelado en DPP

Y terminar con un autoretrato ...


Autoretrato
Fujifilm XP50
1/60 s, f/3.9, ISO100, jpg editado en DPP

Una reparadora comida y de vuelta a casa ... al hormigón ... al menos hasta el siguiente fin de semana, que lo pasaríamos en Liébana.

domingo, 18 de noviembre de 2012

La mejor compañía (I)

Los que tenéis hijos sabréis que lo que le das a uno, se lo tienes que dar a los demás. Carlos disfrutó hace algunos meses de su primera acampada en la montaña, que conté en esta entrada, y ahora era el turno de Lucas, mi mediano, de 9 años.

Hacía mucho tiempo que no subía a fotografiar al Pirineo y en particular, el otoño, hacia dos años (algún día tendré que preparar una entrada con aquellas imágenes, que me gustan particularmente), así que decidí encaminar hacia allí nuestros pasos, concretamente a Ordesa, pues aún sabiendo que es un destino fotográfico poco original, como destino de un viaje de descubrimiento para un chaval no tiene rival, dada la majestuosidad del valle. Ahora iría pertrechado con mejor equipo (filtros, angular) y para Lucas, que le gusta mucho la fotografía y tenía un cascajo, decidí comprar una cámara todo-terreno Fujifilm XP50 (ya sabéis: mas vale prevenir que curar).

La noche del viernes llegamos a Ordesa, que nos recibió con lloviznas, nubes bajas ... y Vicente Benedito, un buen amigo que conocí en Fotonatura y que nos acompañaría ese fin de semana. A pesar de ver algunas estrellas durante la noche, cuando nos levantamos, antes del amanecer, el valle estaba cubierto y chispeaba. Todavía de noche, comenzamos a caminar por la senda principal y en un punto del camino, ya conocido de anteriores excursiones, paramos a fotografiar las primeras luces sobre el valle. A decir verdad, pillamos los colores del bosque en su mejor momento y empapado como estaba, el colorido era brutal, tanto, que Vicente bromeaba diciendo que tendríamos que desaturar las imágenes, pues de lo contrario todo el mundo pensaría que nos habíamos pasado con la saturación ... juzgad vosotros mismos.


Primeras luces
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, filtro degradado neutro suave y trípode
1/5s, f/8, ISO200, Temp color manual en 7500 K, RAW revelado en DPP.
Fusión manual de dos revelados de la misma toma (me quedé corto con el degradado ...).

Un poco más allá, hicimos la preceptiva parada en la cascada del Estrecho, donde desistí de intentar mejorar las tomas de hace dos años, por el fuerte viento que había y que levantando el agua de la cascada, empapaba los filtros, las lentes, la cámara ... todo, así que remonté algunos metros el río para tomar algunas fotos de una localización que tenía pendiente.


La quilla
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, filtro degradado neutro suave y trípode
1 s y 1/13 s, f/11, ISO100, Temp color manual en 7500 K, RAW revelado en DPP.
Fusión manual de dos tomas.

Vicente me había comentado que quería conseguir una foto con las hojas volando en el estrecho, pero inevitablemente se encontraba con el spray de agua que le empapaba el equipo (menos mal que está mejor sellado que el mio ... que inevitablemente comenzó a hacer cosas raras). Y aquí es donde entró en acción mi Lucas, que ni corto ni perezoso lo consiguió con una de las tomas de una pequeña serie. Personalmente, me gusta mucho.


La cascada del Estrecho ... según Lucas
Fujifilm XP50 ... a pelo.
1/125 s, f/4.8, ISO400, JPG editado en DPP.

Cuando volvíamos al camino, lo encontramos fotografiando unos hongos que crecían en el tronco de un haya ... y ni cortos ni perezosos, le "fusilamos" el motivo.


Copiando a un menor
Canon PowerShot S100 a 14.9 mm
1/50 s, f/5.6, ISO400, RAW revelado en DPP

Un poco más arriba me volví a deleitar con los detalles de una poza que, para mí, es uno de los rincones con mayor encanto del parque. Lamentablemente, fue un coitus interruptus pues no llevaba ni 15 minutos allí cuando un guarda del parque se bajo del todoterreno que conducía por el camino y me invitó a abandonar el lugar si ya había terminado de fotografiar, por encontrarme fuera de los caminos marcados y por mi "seguridad" ... ¡¡ coño, como si me fuera a caer a la poza !!.


Dejando pasar el tiempo
Canon 40D, CANON 70-300 a 130 mm, filtro neutro de tres pasos y trípode
0.8 s, f/11, ISO100, Temp color manual en 6000 K (cambiada a 6500 K en el revelado), RAW revelado en DPP.

A partir de este momento comenzamos a ver subir mucha gente, particularmente fotógrafos, que habían madrugado mucho menos que nosotros, por lo que conseguir encuadres libres de gente comenzó a ser difícil. Llegados a las gradas de Soaso tuvimos que sortear a los participantes de algún curso de fotografía de paisaje para conseguir alguna imagen. En este punto, me habría venido bien haber metido una de las esquinas oscuras del degradado neutro mas claro en la zona en que se veía el cielo, pero los estúpidos de Lee han decidido colocar allí los datos del filtro (incluido el mes y año de fabricación ... como si a mi me importara un carajo) con letras impresas en ¡¡¡ amarillo !!! ... ¿se puede ser mas imbécil?.


Dejando pasar el tiempo
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, filtro neutro de tres pasos y trípode.
1/5 s, f/11, ISO100, Temp color manual en 6000 K (cambiada a 6400 K en el revelado), RAW revelado en DPP.

En la otra orilla las ramas de haya colmadas de hojas de todos los colores eran agitadas por el fuerte viento que se comenzaba a levantar, por lo que decidí calar el filtro de diez pasos HOYA para dejarlas movidas y contrastando con el color del agua y la estaticidad de las rocas del río. Comentar, que me sorprendió desagradablemente el matiz amarillento con que se tintan las imágenes con este filtro de cristal, difícil de eliminar durante el revelado.


Contrastes
Canon 40D, Tamron 17-50 a 31 mm, filtro neutro HOYA de diez pasos y trípode.
30 s, f/8, ISO200, Temp color manual en 6000 K, RAW revelado en DPP.

Nos encaminamos hacia la Cola de Caballo, la cascada que remata el valle, más con intención de que Lucas la conociera que por interés fotográfico. Fué salir del bosque y la sensación térmica se desplomó, pues hacía un viento realmente fuerte, tanto que el agua de muchas de las cascadas que jalonan el valle no llegaban a tocar el suelo. Ya de vuelta, al fuerte viento se unió la nieve y esa ventisca nos dejo momentos de luz realmente bonitos.


Una parada en la ventisca
Canon PowerShot S100 a 5.2 mm
1/250 s, f/6.3, ISO80, RAW revelado en DPP

De vuelta en el bosque, a cubierto del viento, pero no de la incipiente nevada, pasamos junto a la cascada de la Cueva, lugar que no conocía y que nada tiene que envidiar a muchos paisajes clásicos. Primero un punto de vista elevado, para encuadrar la corriente del rio aguas abajo.

Cascada de la Cueva I
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, filtro neutro de tres pasos y trípode.
0.5 s, f/9, ISO100, RAW revelado en DPP.

Y después un punto de vista a ras del agua, para incluir en el encuadre algunas hojas caidas de haya.


Cascada de la Cueva II
Canon 40D, Tokina 11-16 a 15 mm, filtro neutro de tres pasos y trípode.
1.6 s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

El Sol comenzaba a ponerse y la nevada no remitía, así que era momento de buscar abrigo o sería la última vez que Lucas querría venir conmigo a la montaña ...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un año. Las Catedrales nocturnas.

Hoy hace un año que, con mucha ilusión, comencé este blog fotográfico.

Creo haber conseguido los objetivos que por aquél entonces me marqué, compartiendo mis escasos conocimientos, que generosamente habéis agradecido, recibiendo vuestros comentarios, hechos desde el respeto, la sinceridad, y la objetividad, y que nunca ha sido necesario moderar, compartiendo fotografías de momentos singulares con mi familia ... en definitiva: COMUNICANDONOS.

Por el camino, muchas personas se han sumado ... y algunas, decidieron dejarnos. Espero seguir estimulando vuestra curiosidad, ya sea con mejores imágenes cada día o información de utilidad que podáis emplear en vuestras propias imágenes. Y que dure mucho tiempo ...
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Para esta ocasión os mostraré las imágenes de mi última sesión nocturna aprovechable de este verano, realizada en la playa de Las Catedrales, en las cercanías de Ribadeo (Galicia/España).

La verdad es que Pilar no daba crédito cuando le dije, a las nueve de la noche y sin preaviso, que me marchaba a fotografiar solo a dicha playa, distante 50 Km de donde veraneabamos. Y es que las condiciones eran óptimas: una pleamar suficientemente tardía para evitar las pisadas de los visitantes, una bajamar suficientemente temprana para no volver muy tarde (no se que pensará Pilar de volver a las dos de la madrugada) y un cielo completamente despejado. Según iba hacia el oeste, mas se cubría ... y mas ganas me daban de volverme, pero me repetía que las sesiones siempre son aprovechables ... aunque solo sea para aprender.

Ya en la playa, solo había una pareja de fotógrafos dudando si entrar o no y cuando me vieron entrar decidido con el frontal, me siguieron en la distancia, quedándose en el primer arco, mientras yo me dirigía a los últimos. Inicialmente intenté fotografiar los tres arcos, pero mi relativa inexperiencia con el flash y algunos desafortunados movimientos que dejaron impresas mis huellas, hicieron que me centrara en el último de ellos. Un pequeño torrente del reflujo me llamó la atención y después de algunas pruebas, con puntos de vista, encuadres y menos con temperaturas de color y geles, conseguí algunos resultados aceptables.


 Las Catedrales. Arco final. V.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
30s, f/4.5, ISO800, 2700 K subido a 2900 K en el revelado, RAW revelado en DPP.
Eliminación de ruido con Neat Image y clonado de pixeles muertos.

Me faltaba un formato horizontal de la columna.

Las Catedrales. Arco final. H.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
30s, f/4, ISO800, 3000 K , RAW revelado en DPP.
Eliminación de ruido con Neat Image y clonado de pixeles muertos.

Según fotografiaba la columna, veía a mi espalda el arco del inicio iluminado con linterna por la pareja de fotógrafos, por lo que esperé hasta que ya no lo vi, momento en que me fui para aquella zona. Fotografié en la distancia, para disponer de una imagen del entorno, pero no caí en la cuenta de las pisadas que la pareja había dejado, motivo por lo que os lo presento con formato panorámico.


Las Catedrales. Arco inicial. Panorámica.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
30s, f/4, ISO800, 3000 K , RAW revelado en DPP.
Eliminación de ruido con Neat Image y clonado de pixeles muertos.

A la vista de los resultados, decidí acercarme y observé un bonito patrón dejado por la marea en la arena, que aproveché como primer plano. Muchas fueron las pruebas hasta conseguir una iluminación uniforme y razonablemente ténue.


Las Catedrales. Arco inicial. H.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
20s, f/4, ISO800, 3000 K , RAW revelado en DPP.
Eliminación de ruido con Neat Image y clonado de pixeles muertos.

Y poco más ... solo decir que he vuelto muy satisfecho del resultado obtenido en todas las sesiones nocturnas realizadas en solitario en estas vacaciones estivales en la costa asturiana y gallega.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Imagenes de la semana en NatureScapes.Net

Me siento orgulloso de anunciar que, con solo nueve días participando en la prestigiosa página de fotografía NatureScapes.Net, dos de mis fotografías han sido seleccionadas como imagen de la semana (1 al 7 de Septiembre), en los apartados Paisaje y Viajes y Cultura.

Se trata de las imágenes:

Looking for light and color ... at night

Sleeping under the stars

Muchas gracias al equipo de NatureScapes.Net, por seleccionar mis fotografías de entre otras muchas de tan buenos fotógrafos.

Thank you very much ....

martes, 4 de septiembre de 2012

Buscando la luz y el color ... en la noche (2). Premeditación frente a azar.

En la anterior entrada hablaba, entre otras cosas, de la premeditación en la toma de imágenes. No obstante, en mi experiencia, he llegado a la conclusión que si bien hay que planificar las salidas (en algunas ocasiones hasta el más mínimo detalle), con frecuencia los mejores resultados se obtienen al saber aprovechar momentos singulares que se presentan de forma imprevista, esto es, puro azar ... aunque, eso si, estar, hay que estar ...

En ese sentido, aún satisfecho con los resultados que había obtenido con las imagenes de la anterior entrada, veía mejorable la zona de arena del primer plano, además de faltarme alguna imagen en formato horizontal. Así pues, aproveché las visitas que haciamos a la playa para seguir los cambios que la marea provocaba en la arena, esperando encontrar elementos de interés adicional en ese primer plano ... y ya lo creo que los hubo.
 
Vigilando la evolución del primer plano en marea baja. CANON S100.
 
Lamentablemente, las mareas son caprichosas, particularmente en el Cantábrico, donde con marea viva puede haber una diferencia de altura entre la pleamar y la bajamar de hasta 4 m y los atractivos detalles que había observado en la zona intermareal en la bajamar de la mañana, en la de la noche habían desaparecido, encontrandome un charco donde en la sesión anterior había un montículo y desapareciendo completamente las estrias. Sin embargo, el fondo tenía unas ondulaciones en la arena muy atractivas, máxime teniendo en cuenta la preciosa mezcla de colores dorados y negros que tiene la arena de esta playa. Así que en primera instancia, me dispuse a buscar un encuadre similar a las imágenes de la sesión anterior, abriendolo eso sí, para darle mas peso en la composición al primer plano. Por otra parte, estaba completamente cubierto, mientras que en la sesión anterior había disfrutado de un cielo completamente despejado, cuajado de estrellas ...


Vigilante_1
Canon 40D, Tokina 11-16 a 13 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
25s, f/4.5, ISO1000, 2700 K, RAW revelado en DPP.

Ese primer plano tenía muy buena pinta en la pantalla de la cámara y despues de varias tomas con distinta iluminación, decidí cambiar a formato horizontal, iluminando de una forma uniforme el primer plano.

Vigilante_2
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
25s, f/4.5, ISO800, 2700 K, RAW revelado en DPP.

Me gustaban los resultados, pero pensé que quizá iluminando mas rasante obtuviera mas sombras en la arena de la izquierda y por tanto, mas volumen, además de apreciarse mejor la presencia del agua, al apreciarse menos su fondo, "separando" las rocas, de la arena de la izquierda.


Vigilante_3
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
25s, f/4.5, ISO800, 2700 K, RAW revelado en DPP.

Me gustaba la idea, pero no los resultados, pues no veía detalle en la zona de agua y no se apreciaba el reflejo de la cara en el agua, por lo que aún requerí de una nueva toma en que iluminé más el charco.


Vigilante (versión final)
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
25s, f/4.5, ISO800, 2700 K, RAW revelado en DPP.

Ni que decir tiene que todo lo relacionado con balance de color e iluminación de la entrada anterior, es aplicable a esta, si bien en este caso podríamos haber conseguido un cielo más dramático eligiendo un balance más cálido (por ejemplo 4000 K) y obviando el uso de geles en el flash (o uno mucho menos intenso). No obstante, los tonos conseguidos me agradan, además de ser fieles a lo que veía.

martes, 28 de agosto de 2012

Buscando la luz y el color ... en la noche (1). Dedicada a los pioneros.

Ya de vuelta en casa y revisando detenidamente las imágenes que he tomado este verano en el occidente asturiano, después de la impotencia y frustración que me causó el puñetero portátil con sus continuos problemas (mira que me lo decía un amigo: no compres ACER), puedo decir sin temor a equivocarme que este ha sido el verano de las nocturnas, si exceptuamos, claro está, las tomas familiares ... de las que también he cargado bien las alforjas al disponer de la nueva S100 y la carcasa submarina.

Han sido varias las sesiones de fotografía nocturna que he podido disfrutar y con una única excepción, todas junto al mar, marea baja, en solitario y frecuentemente, de madrugada.

La que más ilusión me ha hecho conseguir, es la siguiente:

Mirando al futuro con ilusión
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16 mm, flash, gel cálido, nivel y trípode.
30s, f/4, ISO1600, 2500 K (subida a 2700 K en el revelado), RAW revelado en DPP.

Pero esta imagen no es fruto de la casualidad ... en absoluto.

Todo comenzó en las vacaciones estivales del pasado año. Mientras mis hijos se lo pasaban pipa haciendo body-board y castillos en la arena de una concurrida playa, yo curioseaba, aprovechando la marea baja. Si bien es raro que lleve conmigo en dichas circunstancias la reflex, pues se lleva rematadamente mal con la arena de la playa, siempre llevo una compacta, que me permite fotografiar detalles o localizaciones interesantes. Pues bien, en dicha playa, me fijé en una curiosa formación rocosa, relativamente pequeña pero realmente atractiva, que asemejaba una cara aguileña observando el cielo.

Localización. Canon S2 IS.

Imaginé dicha formación fotografiada una noche despejada, sin luna, marea baja y con un contrapicado ... en definitiva, la previsualice. Lamentablemente mis vacaciones son finitas y no se dieron las condiciones referidas, por lo que he debido esperar todo el año. Ni que decir tiene que este año, a la primera oportunidad que tuve en que confluyeron todas las condiciones, puse pies en polvorosa. En este punto debo decir, que mi mujer es una santa ... y los que tienen hijos, lo entenderán ...

Llegado al lugar "de autos", lo primero es buscar el encuadre. Si importante es mirar (sin cámara) al hacer una fotografía diurna, mas lo es en fotografía nocturna, pues poco vereis a través del visor, máxime en días de luna nueva. Una vez elegido el "punto", montamos la cámara en el trípode y ayudados de una linterna vamos afinando el encuadre.

Después toca elegir los parámetros del disparo. En este caso, deseaba registrar las estrellas como puntos y con su máxima intensidad, por lo que elegí ISO 1600 y un tiempo de exposición de 30 s (el máximo que permite la cámara sin disparador remoto y cercano a los 25 s correspondientes a una focal de 16 mm y la regla de 600/focal equivalente). El diafragma lo fijé en f/4 (mucho más nítido que la apertura máxima de f/2.8) que para esta focal me permite tener todo enfocado desde 1.5 m hasta infinito ... aunque sinceramente, el enfoque lo hice manualmente a infinito (ojo y no confundir con el tope del enfoque del objetivo ... que debe estar en la Conchinchina).

Después toca uno realmente delicado: la temperatura de color. Si lo dejáis en AUTO, la cámara registrará un cielo con intensos matices anaranjados, que con frecuencia es mucho más cálido que lo que vemos con nuestros ojos, así que es recomendable hacerlo manualmente. Empezar por la temperatura de color mas fría que permita la cámara suele ser una buena aproximación si queremos un cielo azulado y después ir realizando aproximaciones sucesivas. Yo hice varias pruebas, de las que os muestro las más extremas.

Comparativa temperaturas de color

Obviamente, la elección dependerá del resultado que querais obtener; en mi caso me quedé con la de 2500 K, de forma que se reflejara un cielo "natural", cercano a nuestra experiencia.

Después toca iluminar, lo que podemos hacer con linterna o flash. Yo, para estas tomas, decidí emplear el flash, pues es muy flexible, permitiendome modificar la apertura del haz (desde el ángulo correspondiente a una focal de 24 mm hasta una de 100 mm) así como su potencia (desde 1/1 hasta 1/128), además de facilitarme el montaje de geles estándar de distinto color (juguete que me acababa de agenciar y tenía ganas de estrenar).

Puestos a buscar naturalidad y habiendo elegido una temperatura de color fría, debemos iluminar con un tono de color que "neutralice" la referida frialdad en el primer plano, lo que se  hace empleando laminas coloreadas sobre el flash, que se conocen como geles. Inicialmente probé con el rojo y el resultado fue, como poco, grotesco. Después con los anaranjados mas claros, pero el matiz azulado no se neutralizaba, por lo que terminé empleando el mas oscuro.

Y después viene el aspecto mas creativo de la fotografía nocturna en que la fuente de luz es artificial y la aportamos nosotros: la dosificación de la misma. Para el primer plano, empleé varios disparos de 1/128 de potencia, con el zoom siempre en posiciones menores de 50 mm (preferentemente 24 mm) y para el plano medio (que se aprecia poco), plena potencia y el zoom en 100mm.

No os aburriré con todas las imágenes que tomé, solo las que considero mas representativas.

En primer lugar, aquella tomada mas "plana", esto es, con iluminación basicamente frontal y elevada.

Iluminación frontal

Como podéis ver, el resultado es muy parecido a la imagen final, excepto en la arena del primer plano, en que no se aprecian volúmenes (no hay sombras). Por otra parte, con una iluminación en que predomine la componente lateral (izquierda en este caso), se acusan los volúmenes, al crear sombras.

Iluminación lateral

No obstante, en este caso, el precio que hay que pagar es que se "difumine" la cara que había visualizado, perdiendo algo del mensaje, aunque indudablemente, ganando impacto.

Y poco mas. Recordar lo que indico en el pie de foto que abre la entrada: que en el revelado posterior ajusté ligeramente la temperatura de color, pasando de 2500 K a 2700 K, para ajustar los tonos de la roca a unos mas naturales (in situ se podría haber hecho sumando al gel usado otro cálido muy claro).

La eliminación de ruido en DPP (media en crominancia y suave en luminancia) no ha hecho necesario posteriores tratamientos con reductores de ruido, siendo la única edición aplicada el enfoque despues de reducción de las imágenes. De los puntos muertos del sensor (puntos verdes o rojos en el fotograma original, ya hablaremos en otra ocasión ... pero baste decir que alguna "estrella" en realidad no lo es (pocas y muy tenues).

Espero que estos breves apuntes puedan servir a los que comienzan en este entretenido y creativo campo de la fotografía de paisaje y en cualquier caso, agradecería conocer vuestras impresiones sobre las distintas variantes aquí mostradas. Gracias.

Continuará ...

Pd.: Esta entrada se la quiero dedicar a los pioneros, pero en especial a uno que nos ha dejado hace solo unos días; uno de esos hombres que por perseguir un sueño, por curiosidad o por constructiva ambición, no dudan en poner en riesgo su propia vida, convirtiéndose en iconos ejemplares para generaciones enteras: Neil Armstrong. Pero también a pioneros anónimos, como nuestros nuevos amigos del pueblo La Urz (acepción leonesa de brezo) de la comarca de Omaña (León): Encina e Israel y sus hijos Iris, Mateo y Daniel, con los que tan buenos momentos hemos pasado estos días y que nos han sorprendido con su singular y ejemplar iniciativa de repoblar bellos lugares de nuestra geografía. Va por ellos ...