sábado, 12 de enero de 2013

Una de balonmano, para variar ...

Hacía tiempo que tenía pendiente una entrada dedicada al balonmano, deporte que cada día me gusta más viendoselo practicar a mis cachorros. Y que mejor que hacerlo ahora, que ha comenzado a disputarse el Campeonato del Mundo en España y en el que a buen seguro nuestra selección estará en el podio ...

Las imágenes que hoy os muestro están tomadas durante los partidos que han disputado Carlos y Lucas, mis hijos mayores, encuadrados en los equipos de alevines y benjamines del Club Osuna (Barajas/Madrid) o bien en los partidos disputados por las categorías superiores del referido club. Para tomarlas, el equipo que vengo empleando es un cuerpo de cámara reflex semiprofesional (no particularmente moderno) y dos lentes: un zoom angular bastante luminoso y un tele zoom de gama media/baja. Lo ideal sería emplear un cuerpo de cámara reflex profesional de última generación, con una elevada sensibilidad y cadencia de disparo, y un par de objetivos luminosos, un zoom angular y un tele zoom no particularmente largo, ambos estabilizados ... que se escapa de presupuesto ...

Es un deporte que me parece particularmente agradecido de fotografiar, por su plasticidad y dinamismo. Con frecuencia, las mejores imágenes suelen conseguirse durante las suspensiones en los tiros a puerta, como esta en que se ve a Carlos.

Suspensión
Canon 40D, Canon 70-300 a 70 mm.
1/160s, f/4, comp exp +2/3, ISO1600, RAW revelado en DPP.

En ocasiones, esos tiros a puerta se convierten en verdaderos vuelos ...


Vuelo bajo
Canon 40D, Tamron 17-50 a 31 mm.
1/200s, f/4.5, comp exp +1, ISO1600, RAW revelado en DPP.

...  con frecuencia seguidos de intensos gestos ...


Rabia
Canon 40D, Tamron 17-50 a 50 mm.
1/200s, f/2.8, comp exp +1/3, ISO1600, RAW revelado en DPP.

... y alguna que otra pirueta ...


Estiramientos
Canon 40D, Canon 70-300 a 100 mm.
1/160s, f/4.5, comp exp +2/3, ISO1600, RAW revelado en DPP.

Hay un tipo particular de imágenes que me gusta conseguir: las secuencias. Son imágenes compuestas por varios fotogramas en que se dispara en ráfaga mientras se sigue al sujeto, para lo que es deseable disponer de un cuerpo de cámara con elevada cadencia (en las que os muestro 6 fotogramas por segundo).

Me gustan porque en ellas se ponen de manifiesto los detalles del movimiento corporal, que con frecuencia quedan ocultos al ojo desnudo.


Secuencia con Carlos
Canon 40D, Canon 70-300 a 90 mm.
1/500s, f/6.3, comp exp +2/3, ISO125, RAW revelado en DPP.

Secuencia con Lucas
Canon 40D, Canon 70-300 a 70 mm.
1/160s, f/4, ISO1600, RAW revelado en DPP.

Secuencia con Carlos
Canon 40D, Canon 70-300 a 100 mm.
1/200s, f/5, comp exp +1/3, ISO1600, RAW revelado en DPP.

Ahhh ... y recordad que podéis ver las imágenes a su tamaño original picando sobre ellas, lo que es particularmente aconsejable en la secuencias.

Hasta pronto.

jueves, 3 de enero de 2013

Perdiendome en Liébana (I).

Del viaje a Liébana con la familia, volví con más imágenes en la mente que en la tarjeta: unas por intentar mejorarlas, otras por conseguir aquellas que tuve ante mis ojos y por circunstancias no pude hacer y otras ... las que mi imaginación creaba, planificando más rutas que las que podría hacer en dos días.

En esta ocasión, iba a dar un pequeño rodeo y en vez de entrar al valle por el Puerto de Piedrasluengas, lo haría desde el valle de Valdeón, pues deseaba hacer unas tomas al atardecer de los Picos del Friero, vertiente sur del Macizo Central de Picos de Europa. Lamentablemente llegué algunos minutos tarde (eso me pasa por parar allí donde veo algo que despierta mi curiosidad y no hacer caso al GPS), por lo que me debí conformar con algunas nocturnas.


Valdeón entre brumas
Canon 40D, Tamron 17-50 a 45 mm, nivel y trípode.
20s, f/4.5, ISO200, 8000 K, RAW revelado en DPP.

La noche se echaba encima y debía elegir alguno de los lugares en que tenía previsto pernoctar, y si era posible, hacer alguna nocturna aprovechando la limpieza del ambiente y por tanto, la espectacularidad del firmamento. Una de las opciones era hacerlo de camino al puerto de Pandetrave, pero de noche, no fui capaz de encontrar un buen lugar, además de que veía las cumbres entre nubes, por lo que decidí tirar hasta Liébana. No obstante, al llegar al puerto decidí hacer una toma con mi "corcel", que al tiempo me sirve de refugio en estos viajes fotográficos.


Autoretrato
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, linterna, nivel y trípode.
Fusión manual de dos tomas (primer plano y firmamento), RAW revelado en DPP.

La mañana amaneció despejada, pero la previsión era de nieve en cotas relativamente bajas. Desandé mis pasos hasta el puerto de San Glorio, para llegarme hasta el collado de Llesba, excelente mirador de los macizos Central y Oriental de Picos, desde donde esperaba encontrar buenas luces al amanecer. Lamentablemente, no fui el único que lo pensó, pues coincidí con un equipo de rodaje de un anuncio para Volvo. Después de asegurarme que mi coche no molestaba y todavía sin luces sobre Picos, decidí hacerle algunas tomas al monumento al Oso que allí han erigido.


El guardián de San Glorio
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, flash, nivel y trípode.
2.5s, f/11, ISO100, 5500 K (subida a 6000 K en el revelado), RAW revelado en DPP.

Tanto flashazo no paso desapercibido a la "trouppe" y pronto se acercaron dos personas del equipo, su guía de montaña (responsable de buscar la localización) y una persona de seguridad (un armario sueco poco comunicativo pero razonablemente cortés), que me confesaron que su único cometido era interponerse entre mi cámara y el nuevo coche, evitando que tomara cualquier imagen de él. El amanecer fue bastante soso y las tomas que hice con las pocas luces que hubo, no fueron particularmente buenas, pues en cierto modo me sentía incómodo por las persistente presencia del guía y el sueco. Cuando ya "plegaba" (sentía que estaba de más), comenzó a entrar el temporal previsto con fuertes rachas de viento, acompañadas de nieve, que comenzaron a cerrar las vistas de la cordillera, pero al tiempo, me regalaron una fantástica vista de un arco iris doble ...


Doble ilusión
Canon 40D, Tamron 17-50 a 35 mm, degradado neutro (?), nivel y trípode.
1/100s, f/3.5, ISO200, RAW revelado en DPP.

... que cuando se atenuó, fruto de la creciente ventisca, quedó convertido en una singular "llama" multicolor en el horizonte, enmarcado por un primer plano del hayedo en medio de la ventisca.


Hasta en la peor de las ventiscas, si miras bien, encontrarás luz.
Canon 40D, Tamron 17-50 a 31 mm, degradado neutro (?), nivel y trípode (?).
1/50s, f/3.5, ISO400, RAW revelado en DPP.

Después de disparada esta imagen, la ventisca arreció y se cerró completamente, por lo que decidí volver al valle en busca de otras localizaciones. Con la cámara en el morral, me acerqué hacia el "set" de filmación, donde cerca de una docena de personas (fotógrafo, iluminación, mecánicos ... hasta un camión de catering) trajinaban alrededor de un miniestudio fotográfico portátil y su flamante coche (la verdad es que ni lo miré ...). Charlando con el guía, descubrí que era un ex-compañero del club de montaña en que estuve en los 90, Alex, al que no había reconocido embozado como iba y con el pelo mucho mas corto que cuando le conocí. A buen seguro, volveré a coincidir con él en el futuro, pues vive en una zona de la costa asturiana que he visitado frecuentemente y de la que guardo buen recuerdo.

De camino al valle, la nieve se tornó agua y aumentó de intensidad. Hacia el este las vistas eran magníficas y no me pude sustraer a la tentación de fotografiarlo resguardado bajo el portón abierto del coche, pues de lo contrario hubiera acabado completamente calado.


Horizontes lebaniegos
Canon 40D, Tamron 17-50 a 40 mm, degradado neutro (?), nivel y trípode.
0.3s, f/6.3, ISO100, RAW revelado en DPP.

Ya en el valle, pretendía realizar una excursión por los alrededores de Caloca, en que hay un bonito hayedo y perfeccionar un par de tomas del viaje anterior (la del alcornoque y la de los hongos). Lamentablemente, en la excursión de Caloca, olvidé el paraguas en el coche y justo antes de llegar al nivel del hayedo, pero superado practicamente todo el desnivel (¡¡ que rabia !!), tuve que dar media vuelta si no quería empaparme con el aguacero que se acercaba por momentos. De bajada, tuve la fortuna que un ganadero me parará y subiera a su coche justo cuando caían los primeros goterones, pues de lo contrario habría vuelto completamente calado

Por los alrededores de Pesaguero, donde se encuentra la Casa de la Naturaleza de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, intenté mejorar la imagen del alcornoque de la anterior entrada, pero no fue posible, pues no vi el Sol ni un minuto, cubierto como estaba, así que me fui a Somaniezo, con la esperanza de mejorar la imagen de los hongos sobre el tronco de haya. En primera instancia, me llamaron la atención unos hongos Cola de Pavo (Trametes versicolor) de intensos colores.


Colores de otoño
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16 mm, nivel y trípode.
30s, f/11, ISO200, 5500 K, RAW revelado en DPP.

Después, intenté mejorar la toma de los hongos del género Polyporus (si alguien se atreve a sugerirme la especie ... yo creo que es squamosus ¿?) en posturas inverosímiles, lo que me llevo a tirarme al suelo ... donde algún insecto aprovechó para meterse bajo mi ropa y meterme un picotazo impresionante en el abdomen (hermoso avón el que tuve varios días), que me hizo salir de la hojarasca pitando y dar por concluida la sesión fotográfica setera ...


Comunidad
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, nivel, trípode ... y una postura inverosimil ...
25s, f/18, ISO250, 5500 K (subida a 6500 en el revelado), RAW revelado en DPP.

De vuelta al coche y ya practicamente de noche, pasé junto a varios castaños de gran porte rodeados de pequeñas hayas y me quedé junto a un ejemplar que parecía el anciano rey del bosque rodeado de su séquito. Cualquiera que estuviera cerca, a buen seguro, alucinaría por las luces destellando en medio del bosque ...


El rey del bosque
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, nivel y trípode.
30s, f/8, ISO250, 5500 K (subida a 5800 en el revelado), RAW revelado en DPP.

En la mas completa oscuridad, regresé al coche, buscando a continuación un lugar en el que descansar para el largo día que se avecinaba ...