jueves, 3 de enero de 2013

Perdiendome en Liébana (I).

Del viaje a Liébana con la familia, volví con más imágenes en la mente que en la tarjeta: unas por intentar mejorarlas, otras por conseguir aquellas que tuve ante mis ojos y por circunstancias no pude hacer y otras ... las que mi imaginación creaba, planificando más rutas que las que podría hacer en dos días.

En esta ocasión, iba a dar un pequeño rodeo y en vez de entrar al valle por el Puerto de Piedrasluengas, lo haría desde el valle de Valdeón, pues deseaba hacer unas tomas al atardecer de los Picos del Friero, vertiente sur del Macizo Central de Picos de Europa. Lamentablemente llegué algunos minutos tarde (eso me pasa por parar allí donde veo algo que despierta mi curiosidad y no hacer caso al GPS), por lo que me debí conformar con algunas nocturnas.


Valdeón entre brumas
Canon 40D, Tamron 17-50 a 45 mm, nivel y trípode.
20s, f/4.5, ISO200, 8000 K, RAW revelado en DPP.

La noche se echaba encima y debía elegir alguno de los lugares en que tenía previsto pernoctar, y si era posible, hacer alguna nocturna aprovechando la limpieza del ambiente y por tanto, la espectacularidad del firmamento. Una de las opciones era hacerlo de camino al puerto de Pandetrave, pero de noche, no fui capaz de encontrar un buen lugar, además de que veía las cumbres entre nubes, por lo que decidí tirar hasta Liébana. No obstante, al llegar al puerto decidí hacer una toma con mi "corcel", que al tiempo me sirve de refugio en estos viajes fotográficos.


Autoretrato
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, linterna, nivel y trípode.
Fusión manual de dos tomas (primer plano y firmamento), RAW revelado en DPP.

La mañana amaneció despejada, pero la previsión era de nieve en cotas relativamente bajas. Desandé mis pasos hasta el puerto de San Glorio, para llegarme hasta el collado de Llesba, excelente mirador de los macizos Central y Oriental de Picos, desde donde esperaba encontrar buenas luces al amanecer. Lamentablemente, no fui el único que lo pensó, pues coincidí con un equipo de rodaje de un anuncio para Volvo. Después de asegurarme que mi coche no molestaba y todavía sin luces sobre Picos, decidí hacerle algunas tomas al monumento al Oso que allí han erigido.


El guardián de San Glorio
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12 mm, flash, nivel y trípode.
2.5s, f/11, ISO100, 5500 K (subida a 6000 K en el revelado), RAW revelado en DPP.

Tanto flashazo no paso desapercibido a la "trouppe" y pronto se acercaron dos personas del equipo, su guía de montaña (responsable de buscar la localización) y una persona de seguridad (un armario sueco poco comunicativo pero razonablemente cortés), que me confesaron que su único cometido era interponerse entre mi cámara y el nuevo coche, evitando que tomara cualquier imagen de él. El amanecer fue bastante soso y las tomas que hice con las pocas luces que hubo, no fueron particularmente buenas, pues en cierto modo me sentía incómodo por las persistente presencia del guía y el sueco. Cuando ya "plegaba" (sentía que estaba de más), comenzó a entrar el temporal previsto con fuertes rachas de viento, acompañadas de nieve, que comenzaron a cerrar las vistas de la cordillera, pero al tiempo, me regalaron una fantástica vista de un arco iris doble ...


Doble ilusión
Canon 40D, Tamron 17-50 a 35 mm, degradado neutro (?), nivel y trípode.
1/100s, f/3.5, ISO200, RAW revelado en DPP.

... que cuando se atenuó, fruto de la creciente ventisca, quedó convertido en una singular "llama" multicolor en el horizonte, enmarcado por un primer plano del hayedo en medio de la ventisca.


Hasta en la peor de las ventiscas, si miras bien, encontrarás luz.
Canon 40D, Tamron 17-50 a 31 mm, degradado neutro (?), nivel y trípode (?).
1/50s, f/3.5, ISO400, RAW revelado en DPP.

Después de disparada esta imagen, la ventisca arreció y se cerró completamente, por lo que decidí volver al valle en busca de otras localizaciones. Con la cámara en el morral, me acerqué hacia el "set" de filmación, donde cerca de una docena de personas (fotógrafo, iluminación, mecánicos ... hasta un camión de catering) trajinaban alrededor de un miniestudio fotográfico portátil y su flamante coche (la verdad es que ni lo miré ...). Charlando con el guía, descubrí que era un ex-compañero del club de montaña en que estuve en los 90, Alex, al que no había reconocido embozado como iba y con el pelo mucho mas corto que cuando le conocí. A buen seguro, volveré a coincidir con él en el futuro, pues vive en una zona de la costa asturiana que he visitado frecuentemente y de la que guardo buen recuerdo.

De camino al valle, la nieve se tornó agua y aumentó de intensidad. Hacia el este las vistas eran magníficas y no me pude sustraer a la tentación de fotografiarlo resguardado bajo el portón abierto del coche, pues de lo contrario hubiera acabado completamente calado.


Horizontes lebaniegos
Canon 40D, Tamron 17-50 a 40 mm, degradado neutro (?), nivel y trípode.
0.3s, f/6.3, ISO100, RAW revelado en DPP.

Ya en el valle, pretendía realizar una excursión por los alrededores de Caloca, en que hay un bonito hayedo y perfeccionar un par de tomas del viaje anterior (la del alcornoque y la de los hongos). Lamentablemente, en la excursión de Caloca, olvidé el paraguas en el coche y justo antes de llegar al nivel del hayedo, pero superado practicamente todo el desnivel (¡¡ que rabia !!), tuve que dar media vuelta si no quería empaparme con el aguacero que se acercaba por momentos. De bajada, tuve la fortuna que un ganadero me parará y subiera a su coche justo cuando caían los primeros goterones, pues de lo contrario habría vuelto completamente calado

Por los alrededores de Pesaguero, donde se encuentra la Casa de la Naturaleza de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, intenté mejorar la imagen del alcornoque de la anterior entrada, pero no fue posible, pues no vi el Sol ni un minuto, cubierto como estaba, así que me fui a Somaniezo, con la esperanza de mejorar la imagen de los hongos sobre el tronco de haya. En primera instancia, me llamaron la atención unos hongos Cola de Pavo (Trametes versicolor) de intensos colores.


Colores de otoño
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16 mm, nivel y trípode.
30s, f/11, ISO200, 5500 K, RAW revelado en DPP.

Después, intenté mejorar la toma de los hongos del género Polyporus (si alguien se atreve a sugerirme la especie ... yo creo que es squamosus ¿?) en posturas inverosímiles, lo que me llevo a tirarme al suelo ... donde algún insecto aprovechó para meterse bajo mi ropa y meterme un picotazo impresionante en el abdomen (hermoso avón el que tuve varios días), que me hizo salir de la hojarasca pitando y dar por concluida la sesión fotográfica setera ...


Comunidad
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, nivel, trípode ... y una postura inverosimil ...
25s, f/18, ISO250, 5500 K (subida a 6500 en el revelado), RAW revelado en DPP.

De vuelta al coche y ya practicamente de noche, pasé junto a varios castaños de gran porte rodeados de pequeñas hayas y me quedé junto a un ejemplar que parecía el anciano rey del bosque rodeado de su séquito. Cualquiera que estuviera cerca, a buen seguro, alucinaría por las luces destellando en medio del bosque ...


El rey del bosque
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, flash, nivel y trípode.
30s, f/8, ISO250, 5500 K (subida a 5800 en el revelado), RAW revelado en DPP.

En la mas completa oscuridad, regresé al coche, buscando a continuación un lugar en el que descansar para el largo día que se avecinaba ...


6 comentarios:

  1. Muy guapas las fotos y el relato, especialmente la penúltima que me parece buenísima. Vaya kilometradas que te metes, le enseñaré a mi mujer la entrada .... que siempre anda quejándose de mi. Un abrazo

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    1. Gracias, José. ¿La penúltima? ... bufff ... pues se trata de un recorte "in-extremis" de una imagen regular ... no quedé satisfecho con esas tomas ... pero es que el picotazo dolía de narices ... ;-)
      ¿Kilómetros? ya sabes que sarna con gusto no pica ... pero me apuesto lo que quieras que tú, en total, haces mas que yo, que salgo de higos a brevas. Lo que no admite discusión es lo que "aguantan" nuestras santas ...
      Un fuerte abrazo.

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  2. Buena salida fotográfica, como mínimo los del anuncio te dejaron continuar con lo tuyo... Me atraen especialmente la 4 y la 6, buen momento y buena sucesión de planos, muy bien colocado todo.

    Un abrazo.

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    1. No estuvo mal. El rodaje de spots de automóviles está rodeado de mucho secretismo, pues las campañas publicitarias cuestan una pasta ... pero nunca te pueden impedir seguir fotografiando, en todo caso interponerse para que no obtengas imágenes de su coche. De hecho, el tiempo que me estuvieron acompañando (cerca de una hora) estuvimos charlando como si tal cosa ... pero si es cierto que "cortaba el rollo".
      A mi me gustan las del arco iris, en particular la segunda, a pesar de no estar nítida ... no obstante, creo que las mejores están por llegar ... ;-)
      Un abrazo

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  3. Muy bonitas. La penultima me parece impresionante. Saludos.

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