Estos días tocaba fotografiar la floración del cerezo, el llamado sakura por los japoneses, pero me quedé con un palmo de narices, porque llegué tarde ...
Después de dar más vueltas que una peonza, buscando sacar un macro al nivel del objetivo, terminé tirado en el suelo y creedme si os digo que ver a un tipo arrastrándose por el suelo al lado de un camino transitado del parque Juan Carlos I, hace que mucha gente se sonría ... afortunadamente, ya hemos perdido todo rastro de vergüenza.
Me había llamado la atención la luz rasante de la puesta de Sol iluminando en contraluz las espigas. Después de eso, esa misma luz sobre unas bolitas velludas (prometo estudiar algo de botánica y poner nombres en las próximas entradas ... jajaja) y mientras paseaba entre un suelo tapizado de ellas, me llamó una florecilla, sola, de no más de 5 o 6 milímetros, así que me dije "se merece una pequeña sesión" ...
No os aburriré con la media docena de fotos en la que encuadré la pintona florecilla, solo la que más me gusta, así que ahí va ... ahhhh y olvidad eso de los histogramas "domados", que ya sabéis que me gustan salvajes y deslumbrantes, que aquellos otros suelen ser muy académicos, pero no me dicen nada ...
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Luz
Canon 6D, CANON 100 mm f2.8 EF L IS USM Macro1/100s, f/2.8, comp exp +1, ISO100, RAW revelado en DPP |
pd.: picad la imagen y F11 para verla en alta resolución ...